domingo, 23 de diciembre de 2012

Dejando a Dios nacer


Dejando a Dios nacer

Esta época del año a muchos nos encanta.  En México celebramos las “felices fiestas” con comida de todo tipo: tamales, carnes asadas, ponche, buñuelitos; además de los famosos recalentados y el sin fin de postres y pasteles que nuestros amigos y familia nos convidan.  Por si fuera poco, recibimos bonitos regalos y a ¿Quién no le gusta recibir regalos?

Sin embargo, todo lo bonito de disfrutar las comidas, la oportunidad de disfrutar las reuniones con nuestra familia y amigos, las desveladas y las anécdotas que siempre nos hacen reír, son de esencia adicional y secundaria a algo todavía mucho mejor: Dios se hace hombre para vivir entre nosotros.  O sea, ¿eso qué querrá decir?

Dios en su infinito amor por la humanidad, se encarna para estar entre nosotros.  No para irlo a buscar en algún lado, ni sentir que cuando rezamos El se encuentra en un lugar muy lejos al nuestro.  Se hace humano para que lo invitemos a vivir dentro de nosotros, en nuestros corazones y que su vida y estancia en nuestro interior se traduzca en obras de amor hacia los demás, en una vida de provecho y llena de bendiciones.

Dios ha querido manifestarse en nuestra propia naturaleza, la humanidad.  Tal es su amor y misericordia por su Creación, que nos dice: “Aquí me tienen”.  Ahora la pelota cae en nuestra cancha.  Ahora El necesita el paso de nuestra parte y es que lo dejemos nacer.  ¿Pero que se lo impide?  Nuestro egoísmo, nuestra falta de amor por los demás, nuestra falta de humildad, nuestra ignorancia y falta de entendimiento, nuestra incapacidad por perdonar las faltas de los demás en nuestras vidas.

Es bonito prepararse para la Navidad poniendo pinos y nacimientos, decorando nuestros hogares y oficinas, buscando regalos para los demás y organizando posadas y reuniones; pero es más bonito y duradero en espíritu el prepararse para alojar al Niño Dios en nuestros corazones.  Que ésta fiesta sea solo el comienzo de una relación continua con nuestro Creador y no algo que pasando la temporada desgraciadamente termine.

Feliz Navidad a Tod@s!