miércoles, 8 de junio de 2011

¿Qué es una Synaxis?

Synaxis quiere decir reunión, asamblea, congregación. Se refiere al verbo juntar, agrupar, reunirse. Es exactamente el equivalente del latín collecta y se puede referir a un lugar de reuniones.


En el uso cristiano de la palabra, synaxis es la reunión que se realiza para cualquier oficio religioso. Estos oficios o servicios religiosos son por lo general pequeños y no se refieren a la Divina Liturgia mas que de manera muy esporádica. La sinaxis consiste solamente de ciertos rezos, oraciones y salmos que se comparten en una reunión que puede ser de familiares o amigos. Es de notarse el tamaño pequeño de asistentes. Casi podría decirse que es una tertulia sólo que con un fin religioso en la práctica.


Eso es precisamente lo que somos: un grupo de familiares y amigos cercanos que nos juntamos periódicamente para agradecer a Dios, que profesamos la Fe Cristiana Ortodoxa y/o que estamos interesados en la misma.


Estamos conscientes y convencidos de nuestro particular camino y propósito en la vida que es dar Testimonio de Jesucristo en nuestra vida diaria y en un lugar que no conoce la Fe Ortodoxa. Somos también un pequeño grupo de cristianos ortodoxos que a pesar de varios intentos y esfuerzos, no contamos con ningún templo bonito donde celebrar ni con la presencia de ningún sacerdote periódicamente; solo nos tenemos los unos a los otros.


Si bien hemos sido bautizados en la Verdadera Fe y comulgamos con las iglesias ortodoxas canónicas (p. ej: Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, Patriarcados de Moscú, Antioquía, Jerusalén, ROCOR, OCA, etc), no formamos parte de ninguna de sus metrópolis o jurisdicciones. Entendemos que desgraciadamente, el problema de las jurisdicciones y el lento y conflictivo desarrollo de la Iglesia Ortodoxa en el continente americano obedece más a cuestiones políticas y económicas que a cuestiones humanas y de disponibilidad de recursos.


Sabemos que nuestra situación suena poco adversa y que podemos afligirnos o desanimarnos por no contar con esos aspectos exteriores de ayuda. Sin embargo, estamos convencidos que la Fe la vivimos desde nuestros corazones y que el verdadero cuerpo de Jesús, su Iglesia, se construye sobre piedras vivas que somos nosotros y no sobre ningún edificio por muy hermoso y magno que éste sea, ni sobre ningún clérigo.